lunes, 13 de noviembre de 2017

Las temidas CAIDAS. Cómo prevenirlas.

Una de las causas principales de las caídas es el síndrome de reposo prolongado, que produce un deterioro metabólico y sistémico del organismo a raíz de permanecer en estado de inmovilización por mucho tiempo, y que la mayoría de las veces se produce a consecuencia de traumatismos o de enfermedades agudas.

La población de las personas mayores y especialmente las de edad más avanzada, son las más vulnerables a ciertas enfermedades, y al ser su recuperación más tardía, se comienzan a generar efectos perjudiciales sobre los tejidos y sistemas orgánicos. La inmovilización geriátrica se traduce en una mayor pérdida de autonomía y una disminución en la calidad de vida si no se toman las medidas necesarias para revertirla a tiempo.




Efectos del síndrome de reposo prolongado más 

relevantes a nivel clínico 


SISTEMA MUSCULAR
El músculo que no se ejercita, es decir que permanece inmovilizado, pierde masa y fuerza, lo que conlleva a que se produzcan cambios histológicos, metabólicos y fisiológicos.
La causa primaria de la disminución de la masa muscular, es dada por la reducción en la síntesis de proteínas durante las primeras 6 horas de inmovilización, y de 4 a 6 semanas comienza la atrofia muscular. Además la actividad eléctrica muscular, o sea el potencial de la membrana disminuye entre el 5% y el 15%. Como consecuencia de este declive veremos que la fuerza y la resistencia muscular se habrán reducido desde un 15% en una semana a un 50% en cinco semanas, con el resultado de un músculo débil. Esa debilidad ocasionará una pobre coordinación y calidad del movimiento cuando el paciente comience a movilizarse, limitando en gran medida su rehabilitación.

ARTICULACIONES
Se observan cambios morfológicos que van a depender de si las superficies articulares están en contacto o no.
En contacto: el cartílago articular, sufre una compresión continua, se ve afectada su nutrición y se desencadenará una úlcera por presión, que según el tiempo de inmovilización puede convertirse en una situación de alto riesgo.
Sin contacto: aparecen cambios degenerativos producto de la falta de movimiento, se reblandece el cartílago y finalmente se produce adherencia del tejido conectivo circundante al cartílago.

SISTEMA OSEO
El efecto principal sobre el tejido óseo por la inmovilización  es la osteoporosis. 
La actividad física es uno de los factores más importantes para determinar la densidad ósea. Durante reposos prolongados al reducir la actividad, se produce un desajuste entre la formación y la reabsorción ósea, que en condiciones normales este proceso mantiene en equilibrio al tejido. La remodelación ósea se encuentra mantenida por el balance entre la actividad osteoblástica (que forma hueso) y la actividad osteoclástica (que la reabsorbe). Durante la inmovilización  se produce un predominio de la actividad osteoclástica debido a la disminución de las fuerzas mecánicas que estimulan la osteogénesis (proceso de formación de hueso), como la descarga de peso y la contracción muscular sobre los huesos inmovilizados, favoreciendo la reducción de masa ósea y por lo tanto el cuadro de osteoporosis.

Este cuadro facilita y aumenta el riesgo de fracturas, como las de cadera y vértebras ante un mínimo traumatismo.



SISTEMA CARDIOVASCULAR
La inmovilización prolongada produce desacondicionamiento cardiovascular, que puede provocar hipotensión ortostática, la disminución del rendimiento o eficiencia cardíaca y eventos tromboembólicos.
La hipotensión es cuando la presión arterial, durante y después de cada latido es mucho más baja de lo usual, eso significa que el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo no reciben suficiente sangre. La hipotensión ortostática, también llamada hipotensión postural, ocurre cuando una persona se pone de pie después de haber estado sentada o acostada durante un tiempo prolongado.

PIEL
A nivel dérmico, se presentan úlceras por presión o escaras y constituye la principal complicación de la inmovilización. Estas aparecen cuando una parte del cuerpo, especialmente, talones, coxis, orejas, codos, ejerce presión sobre la superficie de la cama e impide el llenado capilar, produciendo isquemia tisular y necrosis que puede ir desde la parte externa de la piel, epidermis, dermis, capa subcutánea, tejido muscular, hasta la más interna y comenzar con la destrucción del hueso u otras estructuras de sostén como tendones o cápsula de las articulaciones si no se detiene el proceso a tiempo.
A su vez el tejido muerto se convierte en un ambiente ideal para la aparición y proliferación bacteriana, es decir, la mayor complicación de la escara sería la infección, ya que retrasa la curación de la herida, pudiendo evolucionar a una sepsis, que es una respuesta inflamatoria del organismo ante la infección. Esta reacción exagerada del sistema inmune, puede llegar a causar la muerte, ya que impide que la sangre realice sus funciones con normalidad, pudiendo formarse coágulos de pequeño tamaño que interrumpen el flujo sanguíneo a órganos vitales.
El riesgo de las úlceras por presión en los adultos mayores es aún mayor debido al adelgazamiento de la epidermis y dermis y a la pérdida de grasa subcutánea, teniendo menor protección ante la obstrucción del conducto capilar.

SISTEMA RESPIRATORIO
La posición decúbito supino (acostado boca arriba), es una característica en los pacientes de reposo prolongado, y ocasiona complicaciones respiratorias al impedir el óptimo funcionamiento de la musculatura respiratoria, disminuyendo la expansión torácica, y favoreciendo la hipoventilación por la reducida captación de oxígeno y el aumento de dióxido de carbono alveolar. Por otra parte también se producen alteraciones regionales, como el deterioro de la función mucociliar y el mecanismo de la tos, que favorece la acumulación de secreciones, pudiendo conducir a una neumonía hipostática o embolia pulmonar.


LO PRIMERO LA PREVENCIÓN
Se estima que en un año sufren caídas un 33 % de las personas mayores que viven en comunidad.
Una minoría tiene como consecuencia una fractura, pero es importante reseñar que un 2% de los mayores que se caen, necesitan ser hospitalizados y solo la mitad de ellos sobreviven al año de seguimiento.
En instituciones, la incidencia de caídas que se producen se estima nada menos que hasta en un 50%. De ellos entre un 10% y 25% sufren serias consecuencias secundarias, básicamente fracturas o heridas importantes, impactando en la morbimortalidad.
Las caídas generan una pérdida de confianza en los ancianos, restringiendo la deambulación. En oportunidad de producirse la fractura de cadera, el periodo de inmovilidad en cama llevará a complicaciones del reposo (úlceras de presión, neumonía, debilitamiento, disminución de autoestima etc.) desencadenando en la muerte.
Cabe destacar que las caídas desencadenan en limitación de funciones, minusvalía y dependencia, siendo el objetivo de este trabajo que el personal sanitario y la familia, así como el propio protagonista, se entrene con un enfoque capacitado, organizando estrategias de intervención para identificar más fácilmente a las personas proclives a caerse y explorar soluciones apropiadas  orientadas a reducir este riesgo.

“Prevenir es anticiparse, actuar para evitar que ocurra algo que no queremos que pase. Es conocer con anticipación un daño o perjuicio, para intentar evitarlo."

"Prevención de la Sarcopenia también Prevención de las Caidas


Por prevención entendemos el conjunto de acciones encaminadas a promover la mejor calidad de vida de las personas, para reducir la probabilidad de que aparezcan problemas relacionados con el envejecimiento.
Las Estrategias de Intervención Comunitaria, se conforman como un fenómeno multifactorial, ante el que consecuentemente deben adoptarse medidas que incidan sobre todos y cada uno de los factores originantes.
Se propone un enfoque comunitario integrador, que se basa en una concepción humanista integral de la persona, trabajar con los medios organizativos de la comunidad que tiene en cuenta la identidad del lugar, los valores, los hábitos. Creando una red solidaria constituyendo una firme respuesta a la problemática del Adulto Mayor.

Fuente
Universidad Católica de Santa Fe
Facultad de Ciencias de la Salud. Licenciatura en Gerontología
Asignatura: Rehabilitación y Cuidados en Gerontología
Docente: Mgter. Haydée Catalina Lenkiewicz




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